Cafoteca de los Sueños, de los míos y ahora de los tuyos.

Aquí es, aquí entro y puedo sentir sus inicios. Este lugar que ves en las fotos es el que, de alguna manera y sin ser del todo consciente, se implantó en mi mente, en un rinconcito donde se guardan las cosas que sin querer se harán grandes.

Siempre que puedo vengo, y siempre que puedo, también, intento traer a la gente que tengo cerquita del corazón, aunque estas visitas suelen darse en fin de semana y mi Cafoteca particular descansa desde el sábado por la tarde. Bien que hace, porque Pilar y Ané trabajan los fines de semana y terminan agotadas, menos mal que ahora tienen a Pol, ¿os acordáis de Pol? Lo contrataron ese verano en el que Marta trabajó también con ellas. Aish, que de verdad los siento y cómo me cuesta decirles adiós...🥺

Bueno, que me desvío. Aquí acudo con mis amigas a hacer desayunos tardíos, con mis hijos de merienda, y a veces con alguna mamá del cole para hacer tiempo o premiar con meriendas ricas a los peques en una tarde fría de invierno.

Este sitio abraza desde dentro, desde el calor de su café o chocolate y de su repostería u opciones saladas de las que siempre disponen. Este lugar te acoge desde sus paredes, donde no solo expone obras de artistas emergentes de vez en cuando, sino que tiene rinconcitos de amor como el que te dejo en una de las fotos.

Estoy segura de que este lugar se hizo un hueco en mí desde el momento en el que empecé a ir, de vez en cuando, para editar Presente. Pasado… Tú. Sentada en sus sillas y sillones dispares, y bajo las luces de sus lamparitas estilo Tiffanis que antes tenían.

Ahora ha cambiado un poquito, pero sigue siendo genial porque su esencia no ha variado. 💙❤️💜🧡💚

Supongo que hubo un instante en el que a mí me faltaron libros y mi cabeza se los puso y los guardó en ese mismo rinconcito de mi mente, o más bien del alma, para terminar evolucionando hacia ese lugar de ficción que es La Cafoteca que Ané y su hermana abrieron aquel 31 de marzo de 2020. Sí, no hace falta que hagas memoria, ya te lo digo yo: estábamos en plena cuarentena, pero en ese mundo Dreamers paralelo, la cafetería biblioteca abrió sus puertas para acogeros a todas vosotras y daros a conocer sus vidas.

Me gusta pensar en ella como un lugar donde evadirnos, un lugar al que volver con la mente cuando nos apetezca porque todas las lectoras y amantes de Dreamers lo habéis hecho posible.

¿Y por qué estoy tan moñas? Te estarás preguntando. Venga, te lo digo: me estoy despidiendo de ella, porque para mí es el centro neurálgico, el centro de los sueños de todos los Dreamers; es un personaje más que cobraba vida con cada escena que sucedió en ella. Es verdad que Félix y Luz no estuvieron mucho, que Marta y Rafa tuvieron una Orangina viajera que ayudó a los suyos, pero al final, aunque fuera un poco, todos confluyeron allí.

Anoche terminamos la lectura cero de la última entrega de DREAMERS, y he cerrado el archivo para darle la última corrección cuando empiece el 2023.

Así que sí, amigui, le estoy diciendo adiós. No creo que deje de existir porque reabrirá su mundo cada vez que se releea uno de sus libros, cada vez que un nuevo lector acuda a conocerla, y porque yo la siento real y me niego a que su historia pare con el fin de DREAMERS 5, pero... su serie, las historias de sus Dreamers, de sus soñadores, se termina.

Me gusta pensar en ella como lo hace Minerva en DREAMERS 4: «Me enorgullecía del triunfo de la Cafoteca casi como si fuera algo mío, porque la sentía así. Ese lugar era un estado constante de arropo. Te abrazaba en la felicidad y en los momentos difíciles, en la paz y en la intensidad. Era mucho más que una cafetería o una biblioteca. Era sintonía con quien quisiera hacerla suya».

Así que espero de corazón que siga abierta en vuestras almas lectoras, y que la hayáis vivido, como dice Rafa y que la hagáis vuestra como dice Min, tanto como lo he hecho yo.

Y no puedo cerrar este momento sin darte las gracias a ti, sí, amigui, a ti que estás leyendo esto porque ya eres una Dreamers, estás pensando serlo o te ha picado la curiosidad y estás dándole una oportunidad a mi escrito en este blog, porque sin tu alma lectora, nada de esto podría existir.

Todavía te quedan dos Dreamers más... espero que los disfrutes 🧡💚

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.