Bañador a rayas.
Me flipé, lo vi y me dije «Wuala, bigotona, este te queda fetén», y mi Corucho estuvo de acuerdo, porque él sabe, las cosas como son y su: «mamá, es perfecto para ti», me hizo surquito en la minúscula parte del cerebro que está regida por la moda, la estética y el verme bien cada 29 de febrero.
Así como ves, las rayas estilizan, el corte te hace pibón, el color te favorece… Esto me lo digo yo cada vez que me lo pongo, y no olvidemos que la estética, amigui, no lo es todo. No. No lo es, copón no lo es te lo digo yo.
Muérete, tía del bigote, me dije en cuanto a 37 grados bajo la parra me dispuse a probarlo. El resudao de la barriga y el bajopecho no tenía parangón.
«Ay, copón que esto no hay quién lo aguante».
—¡Que guapa, mamá! —mi Corucho encantado con su elección.
Sonrisa sofisticada de “me huele mal el alrededor” y a pensar en meterse al agua. Porque sí, amigui, no es soportable, el bañador precioso y estiloso de rayas marineras en mint(el colorinchi top de hace unos años que a mí me bufa la trufa el tema del Pantone del año), lleva un triforro in the midle que junto con la tela de las rayas te provoca pasión y calor en la piel a altas temperaturas, así que me dije, «tía, al agua a la de tres», y en dos estaba ya con la cabeza sumergida.
Ojito qué bien se estaba, ojito qué poco acuática soy, y además, tan mona me dije «tira para afuera que ahora sí que vas a estar como Dios y su cuñado Andrés». Pues voy a ir avisando, llévate cuidao, amigui, con las expectativas que esas sí que son como la jodida galleta que te cae después de mojarla en la leche y te salpica.
Y te cuento, que fuera, a 39 grados ya, mi bañador empapao, y fresquita, “oye qué bien, suegra, así sí que se aguanta…”😏
Pero a las tres horas, el triforro estiloso todavía seguía mojado. Y una es delicada de tripas, amiga, que yo no puedo ir enseñando riñones por la vida como en van ahora las mocitas saladas, yo esa parte a resguardo, y si puedo meterle borreguito, mejor, así que… mal…😒 el asunto del bañador va mal.
Recopilando: un desastre, un bañador precioso que seguiré padeciendo durante muchos veranos, y ya le he encontrado el momento ideal: días de playa no muy allá, pero con una sobrecamisa o algo porque, a ver, esto tapa lo que tapa, y que lleve amianto no significa que se expanda por el todo el cuerpo, ya aviso, y yo soy friolera, pero está la contraprestación y es que queda retirado para olas de calor, es útil para bañarse pero lleva repuesto si no quieres ponerte las chichas en salmuera o cloro durante horas.
Moraleja: me eché la siesta con él, que eso no falla, ni un problema me dio.
Otro día te cuento lo del vestido de agujeros nivel colador, que solo es rentable con el bañador triforro del que te he hablado aquí. A veces creo que me pongo de LSD antes de ir de compras🙄, y lo flipo…
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